La hernia inguinal es una condición común que afecta principalmente a hombres adultos y personas de edad avanzada. Consiste en la protrusión de tejido abdominal a través de un punto débil en la pared de la ingle, lo que puede generar molestias, dolor y en casos extremos, complicaciones graves. En Monterrey, es frecuente que los pacientes consulten por este problema debido a su alta prevalencia y a la necesidad de un manejo adecuado para evitar riesgos mayores.
Causas, diagnóstico y técnicas quirúrgicas
Causas y diagnóstico
Las causas de la hernia inguinal están relacionadas con factores que aumentan la presión dentro del abdomen, como el esfuerzo físico intenso, la tos crónica, la obesidad y ciertas enfermedades pulmonares. Además, hay predisposición genética y se observa con mayor frecuencia en hombres por cuestiones anatómicas.
El diagnóstico suele basarse en la exploración física, donde se detecta un bulto visible en la ingle que puede aumentar al toser o hacer esfuerzo y que generalmente disminuye al estar acostado. En casos dudosos, se puede complementar con una ecografía para confirmar el diagnóstico.
Técnicas quirúrgicas principales
La palabra clave para entender el manejo efectivo de la hernia inguinal es la cirugía. Este procedimiento es el tratamiento definitivo y se recomienda especialmente cuando los síntomas son persistentes, hay crecimiento del bulto o existe riesgo de complicaciones como la estrangulación, que es una emergencia médica.
En Monterrey, los hospitales públicos y privados, incluidos el IMSS y el Hospital Universitario, siguen protocolos internacionales adaptados a las condiciones locales para ofrecer una atención segura y efectiva.
Existen dos principales técnicas quirúrgicas: la cirugía abierta y la laparoscópica.
- La cirugía abierta, conocida como técnica de Lichtenstein, utiliza una malla sintética para reforzar la pared inguinal y es práctica común en el sector público.
- La cirugía laparoscópica, que es una intervención mínimamente invasiva, ofrece ventajas como menor dolor postoperatorio, recuperación más rápida y menor riesgo de infección. Es preferida en pacientes jóvenes o con hernias bilaterales y recurrentes cuando los recursos y experiencia del cirujano lo permiten.
Recuperación y conclusión
La recuperación después de la cirugía varía según la técnica utilizada. En cirugía laparoscópica, muchas personas pueden volver a sus actividades laborales en una a dos semanas, mientras que la cirugía abierta puede requerir entre dos a cuatro semanas de reposo.
Es fundamental seguir las indicaciones médicas y asistir a las consultas de seguimiento para evitar complicaciones como el dolor crónico o la recurrencia de la hernia.
En conclusión, la hernia inguinal es una condición común pero seria que requiere evaluación y manejo por un especialista en cirugía general. En Monterrey, gracias a la disponibilidad de técnicas modernas y profesionales certificados, los pacientes tienen acceso a tratamientos seguros y efectivos que mejoran significativamente su calidad de vida.
Si sospecha que tiene una hernia inguinal o presenta síntomas relacionados, es importante consultar oportunamente para recibir el diagnóstico y tratamiento adecuados.
Preguntas frecuentes
¿Cuáles son los síntomas de una hernia inguinal?
Los síntomas más comunes incluyen un bulto visible en la ingle, dolor o molestia que se agrava con el esfuerzo y sensación de pesadez. En casos graves, puede presentarse dolor intenso, náuseas o cambios en la piel alrededor del bulto.
¿La hernia inguinal se puede curar sin cirugía?
Actualmente, no existen tratamientos médicos efectivos que curen una hernia inguinal. El uso de fajas o soportes puede aliviar síntomas temporalmente, pero la cirugía es la única opción definitiva.
¿Qué pasa si no me opero una hernia inguinal?
No tratarla puede aumentar el riesgo de complicaciones serias como la estrangulación, una situación que pone en peligro la vida y requiere intervención quirúrgica urgente.

